TangoDataUy El zapato del diablo

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Lunes, 26 de Diciembre de 2011

 

Queridos amigos,

Esta página está en proceso de reconstrucción,
y por un tiempo indeterminado
así estará

El tango propio

(Artículo opinable)

En este artículo
escrito bajo la forma
de cuento breve,
se agrede
expresamente
a algunos especímenes
que pululan
por las milongas
montevideanas.
La intención es
motivarlos a revisar
algunos conceptos
mal implantados

En faceBook aparece una versión recortada que espero genere alguna discusión sobre estos temas

EL TANGO PROPIO

por Julio GALLI

El viejo milonguero, observando la pista comenta:

"Ese tiene un tango propio"

En la mesa había tres que lo escucharon.
Dos se sonrieron entendiendo lo que decía y la tercera, pone cara de entender y agrega:

"Sí, qué divino. Qué sentimiento !!!"

La novata luego difunde su opinión y sus amigas y amigos, que por supuesto no entendían un cara?o de tango, cuando veían bailar al bagre repetían:

"Ese tiene un tango propio"

Y el bagre, que no conseguía aprender a mantenerse en pie sin agarrarse de la mina
(porque también se tomaba "un alcohol" para soltarse)
se jactaba de nunca haber tomado una clase(¿?).
Casi nunca apartaba la vista del piso
(así desarrolló la habilidad de esquivar los pies de sus parejas)

tal vez por esto era frecuente verlo chocar a los demás, estúpidamente.

Empezó a creerse los piropos de los ignorantes:

Descubre que tiene un "tango propio".

Comienza a ver videos y se engaña a sí mismo creyendo que hacía los "pasitos" que veía en el tubo.
Era respetuoso del compás y de las notas, nunca las pisaba.

Cuando se juntan varios pajarones, seguidores de un farsante que practica el tango propio, escretan algo molesto en las milongas que también llaman tango propio.

A veces son como una avalancha de anormales que dan saltitos, corretean, chocan o dan patadas y hablan de tango oriental, tango cucú, ñuñú etc.
Algunos hasta bailan ¡¡ las cortinas musicales entre las tandas !!
(nos regalan su arte y ... hay que esperarlos)

Otros, a veces desde un micrófono se ufanan diciendo:

"Ahora bailan fulanito y fulanita"
"Son uruguayos y tienen un tango propio"
"Aplaudan"

(y la barra aplaude las monerías de los exSimios bailantes)

Chabón!!!

No existe el tango propio. Sólo existe el tango.

Cuando el milonguero dijo "Ese tiene un tango propio", tuvo la amabilidad de no decir que estaba viendo una porquería.

Aprendé a bailar tango.
Sé respetuoso.
Escuchá la música...
El tango no se vé, sólo se siente...

(que no te pase lo que a mí que me pasé años bailando tango propio y ahora me cuesta un "güevo" empezar a bailar tango)

Dedicado a mis amigos Lorenzo y Camisa
(2 auténticos milongueros con más de 50 años de tango)


Un documento de Carlos Gardel

Se publican en este espacio
las opiniones firmadas
que se envían a tangodatauy@gmail.com
en el orden en que se reciben.

Para mejor comprensión de la secuencia
las respuestas serán publicadas
a continuación de las opiniones a que hagan referencia.

Como humilde contribución
a la recuperación de nuestra cultura popular
se publicarán los textos sin faltas de ortografía
(a menos que estén entrecomilladas)
y se eliminarán malas palabras y expresiones de mal gusto.

Aconsejamos respetar a los que compartan el lugar
sintetizando las opiniones en la medida que no pierdan su sentido

 

Responsable de esta página
(y blanco de las críticas)
Julio GALLI

El zapato del diablo

plagio de un cuento conocido

por Julio GALLI

 

Es sabido que el diablo se viste de mujer, porque realmente es mujer,
no es como dicen: "el diablo tiene forma de mujer"

el diablo es mujer

y tú y yo lo o la conocemos.

Como dice el joven maestro de tango Javier Rodríguez,

la milonga es el infierno
y a todos nos gusta visitar el infierno...
(por un ratito)

... porque en la milonga está (a veces) el diablo, y con él nos gusta bailar, por lo menos por 3 minutos.

Lo malo es quedarse en la milonga, porque en el infierno nada bueno queda.
De labios de Estela Misse (a los 26):

la milonga es sólo "el durante"

entrá solo y volvé solo
nada dejes de lo que traés de "antes" y no te lleves nada del infierno "después".

 

Pocas palabras cruzan en la mesa quienes la comparten. Predomina el estado de alerta.

En esta milonga en particular no habían muchachitos (de 20 a 70 años) vestidos de jeans (como si fueran implantes del oeste lejano) (o anticuados transgresores del pasado).

Las mujeres estaban bien vestidas.

Cuidando la fiesta popular del Río de la Plata, cada uno respetaba a los demás, presentándose con su mejor apariencia. No había mal transpirados tratando de impresionar con aspecto mugroso (tal vez no los habían dejado entrar).

Se apostaba fuerte
y hasta los novatos
parecían milongueros
...

Se había parado para atacar en esta tanda. Era justo la orquesta que mejor le movía los pies y el sentimiento, y la vió de espaldas caminando hacia su mesa. ¿De dónde había salido? Caminaba segura pisando con los tacos 10 de unos zapatos rojos como el fuego. Inconfundible su cuerpo de milonguera.

Tiene el diablo en el cuerpo
me comentó.

Tenía la mirada fija en ella y cuando se sienta y vuelve la cabeza, sus miradas se cruzan e inevitablemente el gesto invita, y el gesto asiente...

A esta altura, era el rey de la pista
pero sin darse cuenta
absorbido por el compás
y la magia del diálogo corporal perfecto

estaba bailando con el diablo


Un milonguero, rara vez se regala bailando dos tandas seguidas con la misma pareja. Respeta siempre que en las cortinas se barajan y reparten de nuevo las cartas. Así debe ser.

A veces, hay en algunas milongas, cachivaches que mascan chicle mientras bailan. La estupidez máxima es que hagan un globito y se lo exploten en la oreja al tonto (o tonta) que acepta bailar con ella (o él). Algunos de estos especímenes ni siquiera mastican a compás.

 

nunca bailes con alguien
que masca chicles en la pista


Embriagado por haberla bailado con D'Arienzo y sintiendo la necesidad de "morir la noche" con ese veneno que había probado, aguardó sabiendo que el DJ siempre pasaba una tanda de Biaggi o de Malerba alrededor de la medianoche.

Esta vez fue puntual. Más puntual que nunca... A las 12 en punto estaba sonando la orquesta de Ricardo Malerba.

Giró la cabeza para buscarla. No estaba en su mesa, tampoco en la pista.
A las 12 en punto había desaparecido. Todavía sentía entre sus brazos, el espacio de su figura. Miró la mesa con más atención y vió asomando por debajo del mantel, un zapato... un zapato rojo como el fuego.

 

Y allí quedó él,
el rey de la pista
con el zapato del diablo
en una mano,

tratando de recordar su cara sin lograrlo, renegando todavía cada uno de sus movimientos...

Se sentía capaz de crear una milonga, la mejor milonga tan solo "pancontrarla", (en realidad quería que viniera el diablo a poner el pie en su zapato).

Y así lo hizo, así nació esa milonga ortodoxa, completamente respetuosa del ritual, que aún hoy promediando el siglo XXI hace ya más de 40 años, se llama


El Zapato del Diablo

 

... en ese nostálgico puerto del Virreinato, que los viajeros llaman Montevideo.

 

¿Querés bailar en esa milonga?

 




Sitio creado para mostrar el tango porteño de esta orilla del Río de la Plata...

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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